¿Qué es el marketing de proximidad?

Empecemos por el principio. Como su propio nombre indica, es una estrategia de comunicación que juega con la ubicación del usuario para personalizar el mensaje, con el fin de conseguir un KPI concreto. Para ello, además, se apoya en el marketing experiencial. De esta forma, permite impactar al usuario en el momento oportuno y el lugar adecuado, optimizando la efectividad de la acción.

Esa ha sido la definición que Gadea Rodríguez nos ha proporcionado en su charla en el Máster en Marketing Digital. Pero, además, el marketing de proximidad también debe cumplir una serie de características esenciales.

¿Cuáles son las características del marketing de proximidad?

Cercanía: el marketing de proximidad permite generar mayor confianza de marca. Podemos acercarnos a nuestro cliente potencial de una manera más suave, sin que nos perciba como invasores.

Rapidez: o también inmediatez. El mensaje llega al usuario de forma inmediata, cuando se encuentra en un lugar o momento específico, incrementando su efectividad.

Personalización: el marketing de proximidad permite personalizar totalmente los mensajes en función del target al que se dirijan.

Principales herramientas para el marketing de proximidad

Ahora, si pensamos en jugar con la ubicación del usuario, inmediatamente nos viene a la cabeza la geolocalización y, con ella, el dispositivo móvil, ese gran infiltrado en nuestras vidas con capacidad de monitorizarnos casi por completo las 24h del día. Pero no siempre ha sido así.

Echando la vista atrás encontramos otras formas más rudimentarias de marketing de proximidad que siguen utilizándose en la actualidad y no por ello dejan de ser efectivas. Dos de los ejemplos más conocidos son la publicidad exterior (OOH o “Out of Home”) y los “proximity leafles”, es decir, los folletos de ofertas tan típicos de supermercados.

Si bien es cierto que siguen existiendo, la evolución tecnológica ha propiciado que también se creen variantes de estas herramientas. La OOH, por ejemplo, ha evolucionado a la DOOH (o “Digital Out Of Home”).

Mientras la primera utiliza formatos tradicionales como las vallas publicitarias, la segunda emplea plataformas electrónicas como pantallas led. Con todo, a pesar de ser bastante efectivas entre los consumidores, es necesario cuidar mucho la calidad del contenido que ofertemos en nuestro mensaje.

Fuente: bisnow.com

En el caso de los “proximity leafles”, lo que ha ocurrido es que, al igual que los periódicos, se han digitalizado. El formato folleto se ha trasladado al móvil y ahora ya no pasamos páginas, deslizamos el dedo por la pantalla para ir a la página siguiente.

Sin embargo, no sólo se ha producido una evolución en las herramientas tradicionales, sino que, además, con el tiempo se han ido creando nuevas tecnologías que han propiciado la aparición de nuevos formatos.

Desde los ya casi desaparecidos SMS hasta los beacons, el marketing de proximidad ofrece cada vez mayor innovación y variedad de posibilidades, que Lydia Varela ya explicaba muy bien en este post. Uno de ellos es el código QR, que desgranaremos a continuación.

¿Qué es un Código QR?

El código QR es el sistema de marketing de proximidad por excelencia hoy en día. Sí, sí, eses que se han puesto tan de moda gracias a la pandemia y que, de repente, pueden aparecer en cualquier esquina.

Desde acceder a una carta de un restaurante hasta enviar un email, acceder a una red wifi o intercambiar tarjetas de visita, los códigos QR ofrecen infinitas posibilidades y permiten almacenar y compartir gran cantidad de información de manera sencilla.

Hoy en día casi no sería necesario explicar en qué consisten, ya que con el covid-19 su uso se ha multiplicado y democratizado enormemente y prácticamente todo el mundo sabemos cómo son y cómo funcionan.

De todos modos, Lydia lo explicaba muy bien en su post. En un principio, su funcionamiento sería muy similar al de un código de barras, pero a diferencia de estos últimos, los códigos QR pueden contener mucha más información.

Fuente: cosasdearquitectos.com

Ventajas de los códigos QR

Son muy fáciles de crear: a día de hoy existen múltiples aplicaciones que permiten crear códigos QR. Además, se trata de un formato que almacena la información en píxeles, lo que permite una gran personalización. Actualmente pueden realizarse códigos QR que representen formas concretas o tengan colores personalizados.

Son muy sencillos de utilizar: su uso está totalmente democratizado, sobre todo, a raíz de la pandemia. Se escanean con una simple cámara de Smartphone y solamente en el caso de los Android más antiguos, requeriría la instalación de una aplicación a mayores.

Tienen un mantenimiento sencillo y barato: no solamente son fáciles de crear y utilizar, sino que sus costes son nulos.

Pueden almacenar enormes cantidades de información: a diferencia de un código de barras, el código QR tiene mayor capacidad y permite una mayor variedad de contenido. No solamente puede devolver al usuario una información concreta, sino que pueden contener archivos adjuntos, links a redes sociales, vídeos etc.

Gran cobertura: pueden utilizarse tanto online como offline, ya que pueden implantarse en casi cualquier lugar.

Rapidez: o también inmediatez. El contenido llega al usuario de forma inmediata en cuanto escanea el código, incrementando su efectividad.

Posibilitan una rápida medición de resultados: los códigos QR permiten saber de dónde proviene un determinado usuario. Además, los datos que proporcionan son totalmente medibles de manera inmediata, lo cual favorece la toma de medidas y corrección de errores para optimizar los resultados de la campaña.

Personalización: permiten una gran personalización, tanto estéticamente como a nivel de contenido.

Todo ventajas, a las que debemos añadir, además, la popularidad que ha alcanzado este formato a raíz de la crisis sanitaria, que hace que los usuarios estén mucho más familiarizados con él y predispuestos a utilizarlos.

Fuente: sabes.cl

Consejos para utilizar los códigos QR

Hay que tener en cuenta que aunque puedan devolver al usuario muchos tipos de contenido, éste debe ser útil y con valor un valor añadido para él.

Accesibilidad: aunque ahora estemos acostumbrados a verlos en casi cualquier lugar, para alcanzar un resultado óptimo los códigos QR deben estar en un contexto donde tenga sentido y contar con un tamaño adecuado para que llame la atención del usuario.

Wifi o datos: hay que pensar muy bien dónde se colocan los QR y qué contenido se inserta en ellos, ya que no es lo mismo que un usuario lo escanee mientras está conectado a wifi que lo haga con una conexión de datos móviles. En función del contenido, es posible que ni siquiera llegue a cargarlo del todo o que se produzca un rebote.

Indicaciones: es recomendable incluir, junto con el código QR, algún tipo de instrucción o aclaración que indique al usuario lo que va a encontrar en su interior.

Usos del código QR en campañas de marketing

Como ya hemos dicho, una de las mayores ventajas de los códigos QR es la gran cantidad de información que pueden almacenar y, con ella, la variedad de formatos que podremos utilizar en su contenido. Algunos ejemplos son:

Cartas o catálogos de productos: no sólo permite reducir costes de fabricación, sino que también favorecen la experiencia de usuario.

Tarjetas de visita: incluir el código QR para que redirija a tu web, ya sea a la home o a una página específica incrementará la posibilidad de que el cliente entre en ella.

Códigos de descuento: puedes ofrecer un código de descuento específico para cada tipo de cliente al que te quieras dirigir. Por ejemplo, podrás fidelizar a aquellos que ya hayan convertido o bien propiciar que un potencial cliente convierta.

Vídeos promocionales: hacer pequeños vídeos con un contenido dinámico y atractivo llamará la atención del usuario. Este último uso podría ser aplicable a los estrenos de cine, de manera que mediante un código QR puedas acceder directamente al tráiler de una película.

Marketing turístico: un gran ejemplo en este sentido es Lisboa. La capital lusa ha sabido sacar provecho a los códigos QR para promocionar la ciudad, y lo ha hecho a lo grande. Son los propios adoquines de la ciudad los que dibujan los códigos QR que, a su vez, llevan a información de interés turístico de diversa índole, como vídeos o portales con información.

Fuente: lapapaya.org

Autora: Andrea Regueiro